Descripción: La batería de polímero de litio (LiPo) es un tipo de batería recargable que utiliza un electrolito de polímero en lugar de uno líquido, lo que le confiere características únicas. Estas baterías son conocidas por su alta densidad de energía, lo que significa que pueden almacenar más energía en un volumen reducido en comparación con las baterías de iones de litio tradicionales. Además, su diseño flexible permite que sean fabricadas en diversas formas y tamaños, lo que las hace ideales para aplicaciones donde el espacio es limitado. Las baterías de polímero de litio son más ligeras y pueden ofrecer un rendimiento superior en términos de carga y descarga, lo que las convierte en una opción popular en dispositivos electrónicos portátiles y en una variedad de aplicaciones tecnológicas. Sin embargo, requieren un manejo cuidadoso debido a su sensibilidad a la sobrecarga y a las altas temperaturas. Su capacidad para ser moldeadas en diferentes formas también permite su integración en dispositivos de diseño innovador, lo que las hace especialmente relevantes en el contexto del Internet de las cosas (IoT), donde la miniaturización y la eficiencia energética son cruciales.
Historia: Las baterías de polímero de litio fueron desarrolladas en la década de 1990 como una evolución de las baterías de iones de litio. La primera patente relacionada con este tipo de batería fue presentada por la empresa japonesa Asahi Kasei en 1996. Desde entonces, han evolucionado en términos de tecnología y aplicaciones, convirtiéndose en una opción popular para dispositivos electrónicos portátiles y vehículos eléctricos.
Usos: Las baterías de polímero de litio se utilizan ampliamente en dispositivos electrónicos portátiles, como teléfonos móviles, tabletas y drones. También son comunes en vehículos eléctricos y en aplicaciones de almacenamiento de energía renovable, donde su alta densidad de energía y ligereza son ventajas significativas.
Ejemplos: Un ejemplo práctico del uso de baterías de polímero de litio es en los drones de consumo, donde su ligereza y capacidad de carga rápida son esenciales para el rendimiento. Otro ejemplo son los teléfonos inteligentes, que utilizan estas baterías para maximizar la duración de la batería en un diseño compacto.
