Descripción: Las baterías son dispositivos que almacenan energía eléctrica para su uso posterior, permitiendo el funcionamiento de una amplia variedad de dispositivos electrónicos y sistemas. Estas unidades de almacenamiento de energía se componen de celdas electroquímicas que convierten la energía química en energía eléctrica a través de reacciones redox. Las baterías pueden ser recargables, como las de iones de litio, o desechables, como las alcalinas. Su capacidad se mide en miliamperios-hora (mAh) o amperios-hora (Ah), lo que indica la cantidad de carga que pueden almacenar y suministrar. La eficiencia, la duración y la seguridad son características clave que determinan su rendimiento. En el contexto de tecnología general, las baterías son esenciales para proporcionar energía a dispositivos conectados y sistemas embebidos, permitiendo su operación en entornos donde la conexión a la red eléctrica no es viable. La versatilidad de las baterías las convierte en componentes fundamentales en la era de la tecnología portátil y el Internet de las Cosas (IoT), donde la movilidad y la autonomía son cruciales.
Historia: Las primeras baterías fueron desarrolladas en el siglo XVIII, siendo la ‘pila de Volta’, creada por Alessandro Volta en 1800, una de las más significativas. Esta pila fue el primer dispositivo que podía generar corriente eléctrica de manera continua. A lo largo del siglo XIX, se realizaron importantes avances, como la invención de la batería de plomo-ácido por Gaston Planté en 1860, que se convirtió en la primera batería recargable. En el siglo XX, las baterías de níquel-cadmio (NiCd) y de iones de litio (Li-ion) revolucionaron el almacenamiento de energía, ofreciendo mayor densidad energética y ciclos de vida más largos. Hoy en día, las baterías son fundamentales en la tecnología moderna, desde dispositivos móviles hasta vehículos eléctricos.
Usos: Las baterías se utilizan en una amplia gama de aplicaciones, desde dispositivos portátiles como teléfonos móviles, tabletas y computadoras portátiles, hasta sistemas de energía renovable como paneles solares y turbinas eólicas. También son esenciales en vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento de energía para la red eléctrica. En el ámbito industrial, se emplean en herramientas eléctricas, equipos médicos y sistemas de respaldo de energía. Además, las baterías permiten que los dispositivos conectados operen de manera autónoma, facilitando la implementación de soluciones inteligentes en entornos diversos.
Ejemplos: Ejemplos de baterías incluyen las baterías de iones de litio utilizadas en smartphones y laptops, las baterías de plomo-ácido en automóviles y sistemas de energía de respaldo, y las baterías de polímero de litio en dispositivos portátiles como relojes inteligentes. En el ámbito general, se pueden encontrar módulos de sensores que funcionan con baterías recargables, permitiendo su uso en aplicaciones de monitoreo ambiental y automatización del hogar.