Descripción: La blockchain permissionada es un tipo de tecnología de registro distribuido que requiere autorización para acceder y participar en la red. A diferencia de las blockchains públicas, donde cualquier persona puede unirse y contribuir, las blockchains permissionadas están diseñadas para entornos controlados, donde los participantes son seleccionados y verificados. Esto permite un mayor control sobre quién puede ver y modificar los datos, lo que es especialmente útil en sectores donde la privacidad y la seguridad son primordiales. Las características principales de las blockchains permissionadas incluyen la capacidad de establecer reglas específicas para la participación, la posibilidad de implementar mecanismos de gobernanza más estrictos y la opción de utilizar algoritmos de consenso más eficientes, dado que el número de nodos es limitado. Estas características hacen que las blockchains permissionadas sean atractivas para organizaciones que buscan aprovechar la tecnología blockchain sin renunciar al control sobre sus datos y procesos. En el contexto de Web3, que busca descentralizar la web y empoderar a los usuarios, las blockchains permissionadas ofrecen un enfoque equilibrado que combina la innovación de la tecnología blockchain con la necesidad de regulación y supervisión en ciertos sectores.
Usos: Las blockchains permissionadas se utilizan principalmente en sectores donde la privacidad y la seguridad son cruciales, como en servicios financieros, atención médica y cadenas de suministro. Permiten a las organizaciones gestionar datos sensibles de manera segura, garantizando que solo los participantes autorizados tengan acceso a la información. Además, son útiles para la colaboración entre empresas, donde se requiere un entorno controlado para compartir datos y procesos sin comprometer la confidencialidad.
Ejemplos: Un ejemplo de blockchain permissionada es Hyperledger Fabric, que es utilizado por empresas para crear redes privadas donde pueden gestionar transacciones de manera segura. Otro caso es R3 Corda, que se utiliza en el sector financiero para facilitar transacciones entre instituciones sin revelar información sensible a terceros.