Descripción: La braquiterapia es una forma de radioterapia donde una fuente radiactiva se coloca dentro o cerca del tumor. Este enfoque permite administrar una dosis alta de radiación directamente en el tejido canceroso, minimizando la exposición de los tejidos sanos circundantes. La braquiterapia se utiliza comúnmente en el tratamiento de varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de próstata, cuello uterino y mama. Existen diferentes técnicas de braquiterapia, que pueden clasificarse en braquiterapia de alta tasa de dosis (HDR) y de baja tasa de dosis (LDR), dependiendo de la cantidad de radiación administrada y el tiempo de exposición. La braquiterapia puede ser una opción de tratamiento efectiva y menos invasiva en comparación con la cirugía, y su aplicación puede ser adaptada a las características específicas del tumor y del paciente. Este método no solo busca erradicar las células cancerosas, sino también preservar la calidad de vida del paciente al reducir los efectos secundarios asociados con la radioterapia externa. La precisión en la colocación de las fuentes radiactivas es crucial para el éxito del tratamiento, lo que requiere un equipo multidisciplinario que incluya oncólogos, radiólogos y físicos médicos para planificar y ejecutar el procedimiento de manera segura y efectiva.
Historia: La braquiterapia tiene sus raíces en los primeros experimentos con radiación a finales del siglo XIX. En 1896, el físico Henri Becquerel descubrió la radiactividad, lo que llevó a los pioneros de la medicina a explorar su uso en el tratamiento del cáncer. En 1910, se realizó la primera braquiterapia documentada en un paciente con cáncer de cuello uterino utilizando una fuente radiactiva. A lo largo del siglo XX, la técnica evolucionó con el desarrollo de nuevas fuentes radiactivas y métodos de aplicación, como el uso de implantes permanentes y temporales. En la década de 1970, la braquiterapia se consolidó como una opción de tratamiento estándar para varios tipos de cáncer, gracias a avances en la tecnología de imágenes y planificación del tratamiento. Hoy en día, la braquiterapia es una técnica bien establecida y ampliamente utilizada en oncología.
Usos: La braquiterapia se utiliza principalmente en el tratamiento de cánceres localizados, donde se puede aplicar radiación de manera precisa. Sus aplicaciones más comunes incluyen el cáncer de próstata, donde se pueden implantar semillas radiactivas directamente en la glándula prostática; el cáncer de cuello uterino, donde se utilizan aplicadores para colocar fuentes radiactivas en el canal cervical; y el cáncer de mama, donde se puede aplicar braquiterapia después de la cirugía para eliminar cualquier célula cancerosa residual. También se utiliza en otros tipos de cáncer, como el cáncer de piel y el cáncer de cabeza y cuello, dependiendo de la localización y características del tumor.
Ejemplos: Un ejemplo de braquiterapia es el tratamiento del cáncer de próstata mediante la implantación de semillas radiactivas que liberan radiación de manera controlada durante un período prolongado. Otro caso es la braquiterapia intersticial en el cáncer de mama, donde se coloca un catéter en el lecho tumoral después de la cirugía para administrar radiación directamente en el área afectada. En el cáncer de cuello uterino, se utilizan aplicadores para introducir fuentes radiactivas en el canal cervical, permitiendo una dosis alta de radiación en el tumor mientras se protege el tejido sano circundante.