Descripción: La bursitis es la inflamación de la bursa, un pequeño saco lleno de líquido que amortigua los huesos, tendones y músculos en las articulaciones. Este líquido sinovial permite que las estructuras se deslicen suavemente unas sobre otras, reduciendo la fricción y el desgaste. La bursitis puede ocurrir en cualquier bursa del cuerpo, pero es más común en áreas como los hombros, codos, caderas y rodillas. Los síntomas típicos incluyen dolor, hinchazón, rigidez y, en algunos casos, limitación del movimiento en la articulación afectada. La bursitis puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo lesiones, sobreuso, infecciones o condiciones médicas subyacentes como la artritis. Aunque puede afectar a personas de todas las edades, es más prevalente en aquellos que realizan actividades repetitivas o que tienen un estilo de vida sedentario. El diagnóstico se realiza generalmente a través de un examen físico y, en ocasiones, se pueden requerir estudios de imagen para evaluar la extensión de la inflamación. El tratamiento puede incluir reposo, hielo, medicamentos antiinflamatorios y, en casos más severos, inyecciones de corticosteroides o cirugía. La prevención de la bursitis implica mantener una buena forma física, evitar movimientos repetitivos y realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento adecuados.
