Descripción: Una caché distribuida es una caché que se distribuye en múltiples servidores para mejorar el rendimiento y la escalabilidad. Este enfoque permite almacenar datos en memoria en lugar de en disco, lo que reduce significativamente el tiempo de acceso y mejora la velocidad de respuesta de las aplicaciones. Las cachés distribuidas son especialmente útiles en arquitecturas de microservicios, donde múltiples servicios pueden requerir acceso a los mismos datos. Al distribuir la caché, se evita la sobrecarga en un único servidor y se mejora la disponibilidad y la tolerancia a fallos. Además, estas cachés pueden ser configuradas para replicar datos entre nodos, garantizando que la información esté disponible incluso si uno de los servidores falla. Las características clave de una caché distribuida incluyen la capacidad de escalar horizontalmente, la gestión automática de la coherencia de datos y la posibilidad de implementar políticas de expiración y eliminación de datos. En entornos de TI, las cachés distribuidas pueden integrarse con tecnologías como Redis o Memcached, proporcionando una solución robusta para optimizar el rendimiento web y mejorar la experiencia del usuario final.
