Descripción: El ‘Calor’ en un contexto de desarrollo de videojuegos se refiere a una mecánica de juego que puede influir en las habilidades de los personajes y en sus interacciones con el entorno. Esta mecánica se utiliza para simular efectos ambientales que afectan la jugabilidad, como la temperatura extrema que puede causar daño o alterar el rendimiento de un personaje. En este contexto, el calor puede ser un factor crítico en la toma de decisiones estratégicas, ya que los jugadores deben gestionar sus recursos y habilidades en función de las condiciones térmicas del entorno. Por ejemplo, un personaje puede tener habilidades especiales que se ven potenciadas o debilitadas por el calor, lo que añade una capa adicional de complejidad al juego. Además, el calor puede ser utilizado para crear efectos visuales impactantes, como distorsiones en el aire o cambios en la iluminación, lo que mejora la inmersión del jugador. En resumen, el calor no solo afecta la mecánica del juego, sino que también contribuye a la atmósfera y la narrativa del entorno virtual, haciendo que la experiencia de juego sea más rica y dinámica.