Descripción: El cambio rápido es una práctica de manufactura que busca reducir el tiempo que se tarda en cambiar de un producto a otro. Esta metodología se centra en optimizar los procesos de producción para permitir una mayor flexibilidad y eficiencia en la fabricación. Al implementar técnicas de cambio rápido, las empresas pueden adaptarse rápidamente a las demandas del mercado, minimizando el tiempo de inactividad y maximizando la productividad. Las características principales del cambio rápido incluyen la estandarización de procesos, la mejora continua y la capacitación del personal. Esta práctica es especialmente relevante en entornos de producción donde la personalización y la variedad de productos son esenciales, como en la industria manufacturera, automotriz y de electrónica. La capacidad de realizar cambios rápidos en la línea de producción no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también permite a las empresas responder de manera más efectiva a las necesidades cambiantes de los consumidores, lo que se traduce en una ventaja competitiva significativa en el mercado actual.