Descripción: La clasificación de activos es el proceso de categorizar activos según su sensibilidad y valor. Este proceso es fundamental en la gestión de activos, ya que permite a las organizaciones identificar y priorizar los recursos que poseen, facilitando así su protección y optimización. Los activos pueden incluir desde información y datos hasta hardware y software, y su clasificación se basa en criterios como la criticidad para las operaciones, el riesgo asociado y el valor estratégico. Al clasificar los activos, las empresas pueden implementar medidas de seguridad adecuadas, asignar recursos de manera eficiente y cumplir con normativas y regulaciones. Además, esta clasificación ayuda a establecer un marco para la gestión del ciclo de vida de los activos, asegurando que se mantengan actualizados y en condiciones óptimas. En un entorno empresarial cada vez más digitalizado, la clasificación de activos se ha vuelto esencial para la gestión de riesgos y la continuidad del negocio, permitiendo a las organizaciones responder de manera efectiva a incidentes y a amenazas potenciales.
