Descripción: Clickjacking es una técnica maliciosa que engaña a los usuarios para que hagan clic en elementos de una página web que no son lo que parecen. Esta vulnerabilidad se aprovecha de la confianza del usuario y de la interfaz gráfica, superponiendo elementos invisibles o engañosos sobre contenido legítimo. Por ejemplo, un atacante puede crear un marco (iframe) que oculta un botón de ‘Aceptar’ en una página legítima, mientras que el usuario cree que está haciendo clic en un botón diferente. Esta técnica puede llevar a acciones no deseadas, como la activación de funciones en redes sociales, la autorización de pagos o la divulgación de información personal. La naturaleza engañosa del clickjacking lo convierte en una amenaza significativa en la seguridad web, ya que puede ser difícil de detectar tanto para los usuarios como para los desarrolladores. Para mitigar esta vulnerabilidad, se recomienda implementar medidas de seguridad como el uso de encabezados HTTP que prevengan la inclusión de la página en iframes, así como la validación de las acciones del usuario mediante técnicas de autenticación adicionales. En resumen, el clickjacking representa un desafío constante en la protección de la privacidad y la seguridad en línea, requiriendo una atención continua por parte de los desarrolladores y usuarios por igual.
Historia: El término ‘clickjacking’ fue acuñado en 2008 por el investigador de seguridad Jeremiah Grossman y el ingeniero de seguridad Robert Hansen. En ese año, se publicaron varios artículos que describían cómo los atacantes podían manipular la interfaz de usuario de una página web para engañar a los usuarios. Desde entonces, el clickjacking ha evolucionado y se ha vuelto más sofisticado, con ataques que utilizan técnicas avanzadas para eludir las medidas de seguridad.
Usos: El clickjacking se utiliza principalmente para robar información personal, realizar acciones no autorizadas en cuentas de redes sociales o servicios en línea, y para difundir malware. Los atacantes pueden crear sitios web falsos que imitan a los legítimos, engañando a los usuarios para que realicen clics que comprometen su seguridad.
Ejemplos: Un ejemplo de clickjacking ocurrió en 2010, cuando se descubrió que un sitio web malicioso estaba utilizando esta técnica para engañar a los usuarios de Facebook para que ‘me gustaran’ páginas sin su consentimiento. Otro caso notable fue el ataque a la plataforma de video YouTube, donde los atacantes podían hacer que los usuarios hicieran clic en anuncios engañosos que llevaban a sitios web no deseados.