Descripción: La compartición de carga se refiere a la práctica de distribuir cargas de trabajo entre múltiples sistemas o dispositivos para optimizar el uso de recursos y mejorar la eficiencia operativa. Esta técnica es fundamental para garantizar que las aplicaciones y servicios funcionen de manera fluida y sin interrupciones, especialmente en entornos donde se requiere un alto rendimiento y disponibilidad. La compartición de carga permite que las tareas se realicen de manera paralela, lo que no solo reduce el tiempo de procesamiento, sino que también minimiza el riesgo de sobrecarga en un solo sistema. Esta estrategia es especialmente relevante en la era del Internet de las Cosas (IoT), donde múltiples dispositivos están interconectados y deben colaborar para ofrecer un servicio cohesivo. Al implementar la compartición de carga, los desarrolladores pueden crear soluciones más robustas y escalables, adaptándose a las demandas cambiantes del mercado y mejorando la experiencia del usuario final. Además, esta técnica contribuye a la resiliencia del sistema, ya que si un dispositivo falla, otros pueden asumir la carga de trabajo, garantizando así la continuidad del servicio.