Descripción: La complejidad de escena es una medida del número de elementos y sus interacciones en una escena gráfica. Este concepto es fundamental en computación gráfica, ya que determina la cantidad de recursos computacionales necesarios para renderizar una imagen o animación. La complejidad de una escena puede incluir diversos factores, como la cantidad de polígonos, texturas, luces, sombras y efectos especiales presentes. A medida que aumenta la complejidad, también lo hace la carga de trabajo para la GPU (Unidad de Procesamiento Gráfico) y la CPU (Unidad Central de Procesamiento), lo que puede afectar el rendimiento y la calidad visual del resultado final. La gestión de la complejidad de escena es crucial en aplicaciones que requieren un alto rendimiento, como videojuegos, simulaciones en tiempo real y visualizaciones gráficas en general. Los desarrolladores deben encontrar un equilibrio entre la calidad visual y la eficiencia del procesamiento, utilizando técnicas como la optimización de modelos, el uso de niveles de detalle (LOD) y la culling (eliminación de objetos no visibles) para manejar la complejidad de manera efectiva.
