Descripción: La computación monolítica se refiere a un modelo de procesamiento en el que todas las operaciones y funciones se realizan dentro de un único entorno o sistema. Este enfoque implica que todos los componentes del software, desde la interfaz de usuario hasta la lógica de negocio y la gestión de datos, están integrados en una única aplicación o plataforma. Las características principales de la computación monolítica incluyen su simplicidad en la implementación y el despliegue, ya que todo el sistema se ejecuta como una única unidad. Sin embargo, esta estructura puede presentar desventajas, como la dificultad para escalar y mantener el sistema, ya que cualquier cambio en una parte del código puede afectar a todo el sistema. A pesar de estas limitaciones, la computación monolítica ha sido un modelo fundamental en el desarrollo de software, especialmente en las primeras etapas de la informática, donde la integración de funciones en un solo entorno era más práctica y eficiente. Este modelo ha sido ampliamente utilizado en aplicaciones empresariales y sistemas de gestión, donde la necesidad de una solución cohesiva y centralizada era primordial.
Historia: La computación monolítica tiene sus raíces en los primeros días de la informática, cuando las aplicaciones eran desarrolladas como sistemas integrados. En la década de 1960, con la llegada de los mainframes, se popularizó este enfoque, ya que las limitaciones de hardware y software hacían que la integración de todas las funciones en un solo sistema fuera la opción más viable. A medida que la tecnología avanzó, el modelo monolítico continuó siendo utilizado hasta la llegada de arquitecturas más modernas como microservicios en la década de 2010, que ofrecieron mayor flexibilidad y escalabilidad.
Usos: La computación monolítica se utiliza principalmente en aplicaciones empresariales, sistemas de gestión de bases de datos y software de escritorio. Su estructura permite un desarrollo más rápido en entornos donde los requisitos son estables y no se anticipan cambios significativos. Además, es común en sistemas donde la simplicidad y la cohesión son más importantes que la escalabilidad, como en aplicaciones de contabilidad o gestión de inventarios.
Ejemplos: Un ejemplo de computación monolítica es un sistema de gestión empresarial (ERP) que integra todas las funciones, desde la contabilidad hasta la gestión de recursos humanos, en una única aplicación. Otro ejemplo es un software de contabilidad que maneja todas las operaciones financieras dentro de un solo entorno, sin depender de servicios externos o módulos separados.