Descripción: Las comunidades sostenibles son entornos diseñados para promover un equilibrio entre los factores ambientales, económicos y sociales, buscando minimizar el impacto negativo en el planeta mientras se satisfacen las necesidades de sus habitantes. Estas comunidades se caracterizan por su enfoque en la eficiencia energética, el uso de recursos renovables, la gestión adecuada de residuos y la promoción de la biodiversidad. Además, fomentan la cohesión social y la participación activa de sus miembros en la toma de decisiones, asegurando que todos tengan voz en el desarrollo de su entorno. La sostenibilidad en estas comunidades no solo se refiere a la preservación del medio ambiente, sino también a la creación de economías locales resilientes y a la promoción de estilos de vida saludables. En este sentido, las comunidades sostenibles se convierten en modelos a seguir para el desarrollo urbano y rural, integrando prácticas que pueden ser replicadas en diferentes contextos. Su relevancia radica en la creciente necesidad de enfrentar desafíos globales como el cambio climático, la escasez de recursos y la desigualdad social, convirtiéndose en espacios donde se experimentan soluciones innovadoras y se construyen futuros más sostenibles para las próximas generaciones.