Descripción: La conectividad funcional se refiere a la correlación temporal entre regiones cerebrales espacialmente remotas, lo que implica que diferentes áreas del cerebro pueden comunicarse y coordinarse entre sí a través de patrones de actividad neuronal. Este concepto es fundamental para entender cómo se integran las funciones cognitivas y cómo se procesan las informaciones en el cerebro. En el contexto de la computación neuromórfica, la conectividad funcional se traduce en la capacidad de sistemas artificiales para emular la forma en que las neuronas y las regiones cerebrales interactúan, permitiendo que estos sistemas realicen tareas complejas de manera más eficiente. La conectividad funcional no solo se centra en la actividad de una sola región, sino que también considera cómo las interacciones entre múltiples regiones pueden influir en el comportamiento general del sistema. Esta característica es esencial para el desarrollo de modelos computacionales que buscan replicar la flexibilidad y adaptabilidad del cerebro humano, lo que podría llevar a avances significativos en inteligencia artificial y procesamiento de información. En resumen, la conectividad funcional es un concepto clave que ayuda a desentrañar la complejidad del funcionamiento cerebral y su aplicación en la tecnología neuromórfica, donde se busca imitar la estructura y función del cerebro para mejorar la eficiencia y la capacidad de aprendizaje de las máquinas.