Descripción: La conexión en caliente se refiere a la capacidad de agregar o quitar componentes de hardware a un sistema en funcionamiento sin necesidad de apagarlo. Esta característica es fundamental en entornos donde la disponibilidad y el tiempo de inactividad son críticos, como en servidores y estaciones de trabajo. La conexión en caliente permite a los usuarios realizar mantenimiento, actualizaciones o cambios en la configuración del hardware sin interrumpir las operaciones del sistema. Esto se logra mediante el uso de interfaces y protocolos que permiten al sistema operativo reconocer y gestionar los cambios en el hardware de manera dinámica. En el contexto de sistemas gráficos, la conexión en caliente puede facilitar la adición o eliminación de monitores y dispositivos de entrada sin necesidad de reiniciar el entorno gráfico. Además, en sistemas operativos modernos, la conexión en caliente es una característica esperada que mejora la experiencia del usuario al permitir una gestión más flexible del hardware. En resumen, la conexión en caliente es una innovación clave que ha transformado la forma en que interactuamos con los dispositivos y ha permitido una mayor eficiencia en la gestión de sistemas informáticos.
