Descripción: El contexto en modo de usuario se refiere al entorno en el que operan las aplicaciones y procesos que no tienen acceso directo a los recursos del sistema operativo. En este modo, las aplicaciones funcionan con un conjunto limitado de permisos y recursos, lo que garantiza que no puedan interferir con el funcionamiento del sistema operativo o de otros procesos. Este aislamiento es fundamental para la estabilidad y seguridad del sistema, ya que evita que un fallo en una aplicación afecte a todo el sistema. En el modo de usuario, las aplicaciones deben realizar llamadas al sistema operativo para acceder a recursos como la memoria, el almacenamiento y los dispositivos de entrada/salida. Esto se logra a través de interfaces de programación de aplicaciones (API) que permiten a las aplicaciones solicitar servicios del núcleo, que opera en un modo privilegiado. Las características principales del contexto en modo de usuario incluyen la gestión de memoria, la protección de procesos y la separación de privilegios, lo que permite que múltiples aplicaciones se ejecuten simultáneamente sin interferencias. Este modelo de operación es esencial en sistemas operativos modernos, ya que proporciona un entorno seguro y controlado para la ejecución de software, permitiendo a los usuarios ejecutar aplicaciones sin comprometer la integridad del sistema operativo.
