Descripción: Los controles de seguridad superpuestos se refieren a la implementación de múltiples capas de medidas de seguridad en un sistema o infraestructura con el objetivo de proteger la información y los activos críticos. Esta estrategia se basa en la premisa de que si una capa de seguridad falla, las siguientes capas pueden proporcionar una defensa adicional, reduciendo así el riesgo de una brecha de seguridad. Sin embargo, es crucial gestionar adecuadamente estas medidas, ya que una mala configuración o redundancia innecesaria puede introducir nuevas vulnerabilidades. Por ejemplo, si se implementan múltiples firewalls sin una correcta integración, pueden generar conflictos que faciliten el acceso no autorizado. La clave para el éxito de los controles de seguridad superpuestos radica en su diseño y en la evaluación continua de su efectividad, asegurando que cada capa funcione en armonía con las demás. Esta estrategia es especialmente relevante en entornos complejos donde los activos digitales son valiosos y las amenazas son constantes y evolucionan rápidamente. En resumen, los controles de seguridad superpuestos son una herramienta esencial en la gestión de riesgos, pero requieren un enfoque cuidadoso y metódico para evitar que se conviertan en un punto débil en la defensa de un sistema.