Descripción: Las cookies de terceros son pequeños archivos de texto que se almacenan en el navegador del usuario por un dominio diferente al que está visitando. A menudo, estas cookies son utilizadas para el seguimiento de la actividad del usuario en múltiples sitios web, lo que permite a las empresas recopilar datos sobre sus hábitos de navegación. Esto se traduce en una personalización de la publicidad y en la creación de perfiles de usuario, facilitando así estrategias de marketing más efectivas. A diferencia de las cookies de primera parte, que son establecidas por el sitio web que el usuario está visitando directamente, las cookies de terceros son colocadas por servicios externos, como redes publicitarias o plataformas de análisis. Su uso ha generado un debate significativo en torno a la privacidad y la protección de datos, ya que permiten un seguimiento extensivo de la actividad en línea, lo que puede comprometer la confidencialidad del usuario. En respuesta a estas preocupaciones, muchos navegadores han comenzado a implementar restricciones sobre el uso de cookies de terceros, lo que ha llevado a un cambio en la forma en que las empresas recopilan y utilizan datos de los usuarios.
Historia: Las cookies de terceros fueron introducidas en la década de 1990 como parte del desarrollo de la web. En 1994, Lou Montulli, un ingeniero de Netscape, creó las cookies para permitir que los sitios web recordaran información sobre los usuarios, como sus preferencias y sesiones de inicio de sesión. Con el tiempo, las cookies de terceros se convirtieron en una herramienta popular para el seguimiento de usuarios y la publicidad dirigida. Sin embargo, a medida que la conciencia sobre la privacidad en línea creció, surgieron preocupaciones sobre el uso de estas cookies, lo que llevó a regulaciones como el RGPD en Europa y la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA).
Usos: Las cookies de terceros se utilizan principalmente para el seguimiento de usuarios a través de diferentes sitios web, lo que permite a las empresas recopilar datos sobre el comportamiento de navegación. Esto es especialmente útil para la publicidad dirigida, ya que permite a los anunciantes mostrar anuncios personalizados basados en los intereses y hábitos de los usuarios. También se utilizan en análisis web para medir la efectividad de campañas publicitarias y mejorar la experiencia del usuario en línea.
Ejemplos: Un ejemplo de cookies de terceros es el uso de cookies de Google Analytics, que permiten a los propietarios de sitios web rastrear el comportamiento de los visitantes en su sitio y en otros sitios que utilizan el mismo servicio. Otro ejemplo son las cookies de redes sociales, como las de Facebook, que permiten a los anunciantes mostrar anuncios personalizados a los usuarios en función de su actividad en la plataforma y en otros sitios web.
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