Descripción: Una credencial biométrica es un método de autenticación que utiliza características físicas o comportamentales únicas de un individuo para verificar su identidad. Estas características pueden incluir huellas dactilares, reconocimiento facial, iris, voz, entre otros. La principal ventaja de las credenciales biométricas es que son difíciles de replicar, lo que las convierte en una opción segura para la autenticación. A diferencia de las contraseñas, que pueden ser olvidadas o robadas, las credenciales biométricas son inherentes al usuario, lo que proporciona un nivel adicional de seguridad. En el contexto de la autenticación multifactor, las credenciales biométricas se utilizan junto con otros métodos de verificación, como un código enviado a un dispositivo móvil o una contraseña, para garantizar que solo el usuario autorizado pueda acceder a sistemas o información sensible. Este enfoque de múltiples factores mejora significativamente la seguridad, ya que incluso si un atacante logra obtener una de las credenciales, necesitaría las otras para completar el proceso de autenticación.
Historia: El uso de características biométricas para la identificación se remonta a finales del siglo XIX, cuando se comenzaron a utilizar huellas dactilares en el sistema judicial. En 1892, Sir Francis Galton publicó un estudio sobre la identificación a través de huellas dactilares, y en 1901, el criminólogo italiano Cesare Lombroso utilizó este método en investigaciones policiales. Con el avance de la tecnología, la biometría ha evolucionado, y en la década de 1960 se desarrollaron sistemas de reconocimiento facial. En los años 90, la biometría comenzó a integrarse en sistemas de seguridad comercial, y en el siglo XXI, con el auge de los dispositivos móviles, se popularizó el uso de huellas dactilares y reconocimiento facial en diversos dispositivos.
Usos: Las credenciales biométricas se utilizan en una variedad de aplicaciones, incluyendo la seguridad en dispositivos móviles, el acceso a instalaciones restringidas, sistemas de control de fronteras y en el sector bancario para la autenticación de transacciones. También se emplean en el ámbito de la salud para proteger información médica sensible y en sistemas de votación electrónica para garantizar la identidad de los votantes.
Ejemplos: Ejemplos de credenciales biométricas incluyen el uso de huellas dactilares en dispositivos móviles, que permite el desbloqueo y la autenticación en aplicaciones. Otro ejemplo es el reconocimiento facial utilizado en sistemas de seguridad, donde se permite el acceso solo a personas previamente registradas. Además, algunos bancos utilizan escáneres de iris para autenticar a los clientes en cajeros automáticos.