Descripción: Una cuenca es una depresión natural en la superficie de la tierra, que puede variar en tamaño y forma. Estas formaciones geográficas son importantes porque a menudo actúan como receptáculos para el agua, creando ecosistemas acuáticos y terrestres. Las cuencas pueden ser de diferentes tipos, como cuencas hidrográficas, que recogen el agua de lluvia y la dirigen hacia ríos y lagos, o cuencas sedimentarias, donde se acumulan sedimentos a lo largo del tiempo. La forma y el tamaño de una cuenca pueden influir en el clima local, la vegetación y la fauna, así como en la actividad humana, ya que muchas ciudades y asentamientos se han desarrollado alrededor de estas áreas por su acceso a recursos hídricos. Además, las cuencas son fundamentales para el ciclo del agua, ya que facilitan la recolección y distribución de agua dulce, esencial para la vida. Su estudio es crucial en disciplinas como la geografía, la ecología y la ingeniería ambiental, ya que ayudan a comprender los patrones de escorrentía, la erosión del suelo y la gestión de recursos hídricos.
