Descripción: Los datos federados se refieren a un enfoque de gestión de datos en el que la información se almacena en múltiples sistemas o bases de datos, pero se presenta a los usuarios como una vista unificada. Este modelo permite a las organizaciones acceder y analizar datos dispersos sin necesidad de centralizarlos en un único repositorio. La federación de datos es especialmente relevante en entornos de nube híbrida, computación en el borde y computación perimetral, donde los datos pueden residir en diferentes ubicaciones, como servidores locales, nubes públicas y privadas, o dispositivos IoT. Las características principales de los datos federados incluyen la interoperabilidad, la escalabilidad y la capacidad de mantener la privacidad y la seguridad de los datos, ya que los datos no se mueven físicamente, sino que se accede a ellos en su ubicación original. Este enfoque es fundamental para las organizaciones que buscan aprovechar al máximo sus activos de datos distribuidos, facilitando la toma de decisiones informadas y la generación de insights sin comprometer la integridad de los datos ni la eficiencia operativa.
Historia: El concepto de datos federados comenzó a tomar forma en la década de 1990, cuando las organizaciones comenzaron a reconocer la necesidad de integrar datos de diversas fuentes sin la complejidad de la centralización. Con el auge de la computación en la nube y la proliferación de dispositivos IoT en la década de 2000, la federación de datos se volvió aún más relevante, permitiendo a las empresas gestionar datos distribuidos de manera eficiente. A medida que las tecnologías de integración de datos evolucionaron, se desarrollaron herramientas y plataformas que facilitaron la implementación de arquitecturas de datos federados, permitiendo a las organizaciones acceder a información en tiempo real desde múltiples fuentes.
Usos: Los datos federados se utilizan en diversas aplicaciones, como la integración de datos en tiempo real, la analítica de big data y la inteligencia empresarial. Permiten a las organizaciones acceder a información crítica de manera rápida y eficiente, sin la necesidad de mover grandes volúmenes de datos. También son útiles en entornos regulados donde la privacidad de los datos es primordial, ya que permiten cumplir con normativas sin comprometer la accesibilidad a la información necesaria para la toma de decisiones.
Ejemplos: Un ejemplo de uso de datos federados es en el sector de la salud, donde diferentes hospitales y clínicas pueden compartir información de pacientes sin necesidad de centralizar todos los datos en un solo sistema. Otro ejemplo se encuentra en el ámbito financiero, donde las instituciones pueden acceder a datos de clientes de múltiples fuentes para realizar análisis de riesgo y cumplimiento normativo sin mover físicamente los datos. Además, empresas de retail utilizan datos federados para obtener insights sobre el comportamiento del consumidor a partir de datos dispersos en diferentes plataformas de ventas.