Descripción: Un ataque de denegación de servicio distribuida (DDoS) implica que múltiples sistemas ataquen un solo objetivo para abrumarlo. Este tipo de ataque busca hacer que un servicio, red o servidor se vuelva inaccesible para los usuarios legítimos, saturando su capacidad de respuesta. Los atacantes suelen utilizar una red de dispositivos comprometidos, conocidos como botnets, que pueden incluir computadoras, servidores y dispositivos IoT. Al coordinar el tráfico desde múltiples fuentes, el ataque se vuelve más difícil de mitigar, ya que el volumen de solicitudes puede superar la capacidad de manejo del objetivo. Las características principales de un ataque DDoS incluyen su naturaleza distribuida, la variedad de métodos utilizados para generar tráfico (como inundaciones de paquetes, solicitudes HTTP o ataques de amplificación) y su potencial para causar daños significativos a la reputación y operatividad de las organizaciones afectadas. La relevancia de los ataques DDoS ha crecido en la era digital, donde la disponibilidad de servicios en línea es crucial para empresas y usuarios. La protección contra estos ataques se ha convertido en una prioridad en la seguridad de red, llevando a la implementación de diversas estrategias y tecnologías para mitigar su impacto.
Historia: El concepto de denegación de servicio se remonta a los primeros días de Internet, pero los ataques DDoS comenzaron a ganar notoriedad a finales de la década de 1990. Uno de los primeros ataques DDoS documentados ocurrió en 1999, cuando un grupo de hackers lanzó un ataque contra el sitio web de eBay. Desde entonces, la técnica ha evolucionado, con ataques más sofisticados y de mayor escala. En 2000, el ataque DDoS contra el sitio de Yahoo! fue uno de los más significativos, causando una interrupción del servicio durante varias horas y demostrando el potencial destructivo de estos ataques. A lo largo de los años, la tecnología y las tácticas de los atacantes han avanzado, lo que ha llevado a un aumento en la frecuencia y la gravedad de los ataques DDoS.
Usos: Los ataques DDoS se utilizan principalmente para interrumpir el funcionamiento de servicios en línea, lo que puede tener diversas motivaciones, como el activismo político, la competencia desleal o el simple vandalismo digital. También se pueden emplear como una distracción para llevar a cabo otros tipos de ataques cibernéticos, como el robo de datos. Las organizaciones a menudo enfrentan estos ataques como parte de su estrategia de defensa cibernética, implementando medidas para proteger sus infraestructuras y garantizar la continuidad del servicio.
Ejemplos: Un caso notable de ataque DDoS ocurrió en 2016, cuando el proveedor de servicios de DNS Dyn fue atacado, lo que resultó en la interrupción de varios sitios web importantes, incluidos Twitter, Netflix y Reddit. Este ataque fue llevado a cabo utilizando una botnet compuesta por dispositivos IoT comprometidos, lo que subrayó la vulnerabilidad de estos dispositivos en la seguridad de red. Otro ejemplo es el ataque DDoS contra GitHub en 2018, que alcanzó un tráfico de 1.35 Tbps, lo que lo convirtió en uno de los ataques más grandes registrados hasta la fecha.