Descripción: El desordenamiento es un método de alterar datos con el objetivo de prevenir el acceso no autorizado a información sensible, mientras se preserva su utilidad para análisis y procesamiento. Este enfoque se basa en la modificación de los datos originales de tal manera que se dificulte su identificación o asociación con individuos específicos, pero sin comprometer su valor informativo. A través de técnicas como la sustitución, el enmascaramiento o la perturbación, el desordenamiento permite que los datos sean utilizados en entornos donde la privacidad es crucial, como en investigaciones, análisis de mercado o desarrollo de inteligencia artificial. Este proceso es fundamental en el contexto de la protección de datos, ya que ayuda a cumplir con regulaciones como el GDPR en Europa y otras normativas internacionales que exigen que se implementen medidas adecuadas para salvaguardar la información personal. En resumen, el desordenamiento no solo protege la privacidad de los individuos, sino que también facilita el uso responsable de los datos en diversas aplicaciones, garantizando que la información pueda ser analizada sin poner en riesgo la confidencialidad de los datos originales.
