Descripción: La dificultad para tragar, conocida médicamente como disfagia, es una condición que afecta la capacidad de una persona para tragar de manera normal. Esta afección puede manifestarse de diversas formas, desde la sensación de que los alimentos se quedan atascados en la garganta o el pecho, hasta el dolor al tragar. La disfagia puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo problemas neurológicos, obstrucciones físicas, inflamaciones o trastornos musculares. Las personas que padecen esta condición pueden experimentar una serie de síntomas, como tos o asfixia al comer, regurgitación de alimentos y, en casos severos, pérdida de peso y desnutrición. La dificultad para tragar no solo afecta la ingesta de alimentos, sino que también puede tener un impacto significativo en la calidad de vida, generando ansiedad y limitaciones en la interacción social. Es fundamental que quienes experimentan estos síntomas busquen atención médica, ya que la disfagia puede ser un signo de afecciones subyacentes más graves que requieren tratamiento. El diagnóstico y manejo de la disfagia suelen involucrar una evaluación exhaustiva que puede incluir estudios de imagen y pruebas de deglución, así como la implementación de cambios en la dieta y terapia de deglución para mejorar la función y la seguridad al tragar.