Descripción: La discriminación algorítmica se refiere al trato injusto a individuos o grupos basado en decisiones tomadas por algoritmos. Este fenómeno surge cuando los sistemas automatizados, que se basan en datos históricos y patrones de comportamiento, perpetúan o incluso amplifican sesgos existentes en la sociedad. La discriminación algorítmica puede manifestarse en diversas áreas, como la contratación, la justicia penal, el crédito y la publicidad, donde las decisiones algorítmicas pueden favorecer a ciertos grupos demográficos sobre otros. La falta de transparencia en los algoritmos y la opacidad en los datos utilizados para entrenarlos contribuyen a la dificultad de identificar y corregir estos sesgos. Además, la automatización de decisiones puede deshumanizar el proceso, haciendo que las personas afectadas se sientan como meros números en un sistema, lo que agrava la percepción de injusticia. La ética de la inteligencia artificial (IA) se centra en la necesidad de desarrollar algoritmos responsables que minimicen el sesgo y promuevan la equidad, lo que implica una revisión crítica de los datos de entrada y la implementación de mecanismos de supervisión y corrección. En un mundo cada vez más dependiente de la tecnología, abordar la discriminación algorítmica se ha vuelto crucial para garantizar que los avances en IA beneficien a toda la sociedad de manera justa y equitativa.
