Descripción: Los dispositivos conectados son aquellos aparatos que pueden conectarse a internet y comunicarse entre sí a través de redes de alta velocidad, como las redes móviles y Wi-Fi. Esta tecnología permite una transmisión de datos más rápida y eficiente, lo que facilita la interacción entre múltiples dispositivos en tiempo real. Los dispositivos conectados abarcan una amplia gama de productos, desde teléfonos inteligentes y tabletas hasta electrodomésticos inteligentes, vehículos y sistemas de seguridad. La conectividad 5G, entre otras tecnologías, no solo mejora la velocidad de transferencia de datos, sino que también reduce la latencia, lo que es crucial para aplicaciones que requieren respuestas instantáneas, como la realidad aumentada y la telemedicina. Además, la capacidad de conectar un mayor número de dispositivos simultáneamente es una característica distintiva de las redes avanzadas, lo que permite la expansión del Internet de las Cosas (IoT) y la creación de entornos más interconectados y automatizados. En este contexto, los dispositivos conectados se convierten en elementos clave para la transformación digital de diversas industrias, mejorando la eficiencia operativa y la experiencia del usuario.
Historia: La evolución de los dispositivos conectados comenzó con la llegada de Internet en la década de 1990, pero fue el desarrollo del Internet de las Cosas (IoT) en la década de 2000 lo que impulsó su popularidad. Con la introducción de redes de alta velocidad, la conectividad se volvió más accesible, permitiendo que más dispositivos se conectaran a la red. Sin embargo, fue el despliegue de la tecnología 5G a partir de 2019 lo que revolucionó el panorama, ofreciendo velocidades de conexión significativamente más altas y una latencia mucho menor, lo que facilitó la proliferación de dispositivos conectados en diversas aplicaciones.
Usos: Los dispositivos conectados se utilizan en una variedad de aplicaciones, incluyendo hogares inteligentes, donde electrodomésticos y sistemas de seguridad se controlan de forma remota. En el ámbito de la salud, permiten el monitoreo de pacientes a distancia y la recopilación de datos en tiempo real. En la industria, se utilizan para la automatización de procesos y la gestión de recursos. Además, en el sector del transporte, los vehículos conectados mejoran la seguridad y la eficiencia del tráfico.
Ejemplos: Ejemplos de dispositivos conectados incluyen termostatos inteligentes como Nest, cámaras de seguridad como Ring, y vehículos autónomos que utilizan tecnología de conectividad avanzada para comunicarse con otros vehículos y la infraestructura. También se encuentran dispositivos de salud como monitores de glucosa que envían datos a aplicaciones móviles para un seguimiento continuo.