Descripción: La división de tráfico es una técnica utilizada para distribuir el tráfico entre múltiples versiones de un servicio. Esta estrategia permite a los desarrolladores y administradores de sistemas gestionar de manera eficiente la carga de trabajo, optimizando el rendimiento y la disponibilidad de las aplicaciones. Al implementar la división de tráfico, se pueden realizar pruebas A/B, donde diferentes versiones de un servicio se exponen a distintos segmentos de usuarios, facilitando la evaluación de nuevas características o mejoras. Además, esta técnica es fundamental en entornos de microservicios y arquitecturas basadas en contenedores, donde múltiples instancias de un servicio pueden coexistir y ser escaladas según la demanda. La división de tráfico no solo mejora la experiencia del usuario al garantizar tiempos de respuesta más rápidos y una mayor estabilidad, sino que también permite a las empresas realizar despliegues más seguros y controlados, minimizando el riesgo de interrupciones en el servicio. En resumen, la división de tráfico es una herramienta clave en la gestión moderna de aplicaciones, permitiendo una mayor flexibilidad y adaptabilidad en un entorno digital en constante cambio.