Descripción: El dominio de fallos se refiere a un conjunto de componentes de hardware que pueden fallar de forma independiente de otros componentes. Este concepto es fundamental en la arquitectura de sistemas informáticos, especialmente en entornos que buscan alta disponibilidad y resiliencia. En un sistema que implementa el dominio de fallos, cada componente, ya sea un servidor, una unidad de almacenamiento o un dispositivo de red, está diseñado para operar de manera autónoma. Esto significa que si un componente falla, los demás pueden seguir funcionando sin interrupciones, lo que aumenta la disponibilidad y la resiliencia del sistema en su conjunto. La implementación de dominios de fallos permite a las organizaciones minimizar el tiempo de inactividad y garantizar que los servicios críticos permanezcan operativos, incluso en situaciones de fallo. Además, este enfoque facilita la planificación de la recuperación ante desastres, ya que se pueden identificar y aislar los componentes que podrían causar interrupciones en el servicio. En resumen, el dominio de fallos es un principio clave en la ingeniería de sistemas que busca mejorar la fiabilidad y la continuidad operativa mediante la independencia funcional de los componentes de hardware.
