Descripción: El enfoque en capas es un método de organización de la arquitectura de software que divide un sistema en distintas capas, cada una con responsabilidades específicas. Este enfoque permite separar las preocupaciones, lo que significa que cada capa se ocupa de un aspecto particular del sistema, como la presentación, la lógica de negocio o el acceso a datos. Esta separación facilita la mantenibilidad y escalabilidad del software, ya que los cambios en una capa no afectan directamente a las demás. Además, promueve la reutilización de componentes, ya que las capas pueden ser desarrolladas y probadas de manera independiente. Las capas típicamente incluyen la capa de presentación, que interactúa con el usuario; la capa de lógica de negocio, que contiene las reglas y procesos del negocio; y la capa de acceso a datos, que se encarga de la interacción con bases de datos o servicios externos. Este enfoque no solo mejora la organización del código, sino que también permite una mejor colaboración entre equipos de desarrollo, ya que cada grupo puede centrarse en una capa específica sin interferir en el trabajo de los demás. En resumen, el enfoque en capas es fundamental para construir sistemas de software robustos y sostenibles, facilitando su evolución a lo largo del tiempo.
Historia: El enfoque en capas ha evolucionado a lo largo de las décadas, comenzando con los primeros sistemas de software en los años 70 y 80, donde se buscaba una mejor organización del código. Con el auge de la programación orientada a objetos en los años 90, este enfoque se formalizó aún más, integrándose en metodologías como el Modelo-Vista-Controlador (MVC).
Usos: El enfoque en capas se utiliza comúnmente en el desarrollo de aplicaciones web y móviles, donde se requiere una clara separación entre la interfaz de usuario, la lógica de negocio y el acceso a datos. También es aplicable en arquitecturas de software en general, donde cada departamento o componente dentro de un sistema puede considerarse como una capa independiente.
Ejemplos: Un ejemplo práctico del enfoque en capas es una aplicación web que utiliza el patrón MVC, donde la capa de presentación se encarga de la interfaz de usuario, la capa de control gestiona la lógica de negocio y la capa de modelo interactúa con la base de datos. Otro ejemplo es una arquitectura de microservicios, donde cada microservicio representa una capa que se comunica a través de APIs.
