Descripción: Un entorno no administrado se refiere a un sistema virtual que carece de gestión o supervisión centralizada. En este tipo de entorno, los recursos y las configuraciones son manejados de manera descentralizada, lo que significa que cada usuario o grupo de usuarios tiene la responsabilidad de gestionar sus propios recursos. Esto puede incluir la instalación de software, la configuración de redes y la seguridad de los datos. La falta de un control centralizado puede ofrecer mayor flexibilidad y autonomía a los usuarios, pero también puede dar lugar a problemas de seguridad y eficiencia, ya que cada usuario puede implementar prácticas diferentes. En entornos no administrados, la interoperabilidad entre sistemas puede ser un desafío, ya que no hay un estándar común que todos sigan. Este tipo de entorno es común en diversas organizaciones o en situaciones donde los recursos son limitados y no se justifica la inversión en un sistema de gestión centralizado. La virtualización en estos entornos permite a los usuarios ejecutar múltiples sistemas operativos en una sola máquina física, optimizando el uso de recursos, pero también requiere que los usuarios tengan un nivel adecuado de conocimiento técnico para manejar sus configuraciones de manera efectiva.