Descripción: Un entorno no confiable se refiere a un contexto en el que la seguridad y la integridad de la información no pueden ser garantizadas. Esto puede incluir redes públicas, sistemas abiertos o cualquier situación donde los datos pueden ser interceptados o manipulados por actores maliciosos. En criptografía, este concepto es fundamental, ya que los métodos de cifrado y autenticación se diseñan precisamente para proteger la información en estos entornos. Las características principales de un entorno no confiable incluyen la posibilidad de ataques de intermediarios, la falta de control sobre los dispositivos conectados y la exposición a malware. La relevancia de entender estos entornos radica en la creciente dependencia de la tecnología en la vida cotidiana, donde la comunicación y el intercambio de datos a menudo ocurren en plataformas que no ofrecen garantías de seguridad. Por lo tanto, la criptografía se convierte en una herramienta esencial para salvaguardar la privacidad y la integridad de la información en estos contextos, permitiendo a los usuarios y organizaciones operar con un nivel de confianza, a pesar de las vulnerabilidades inherentes al entorno.