Descripción: Un entorno no productivo es un espacio de trabajo en el que se llevan a cabo actividades de desarrollo y pruebas, sin afectar el entorno de producción. Este tipo de entorno es crucial para el ciclo de vida del desarrollo de software, ya que permite a los desarrolladores experimentar, depurar y validar nuevas características o correcciones de errores sin el riesgo de interrumpir el servicio a los usuarios finales. En un entorno no productivo, se pueden realizar pruebas de integración, pruebas de rendimiento y pruebas de aceptación, entre otras. Las características principales de estos entornos incluyen la capacidad de simular condiciones del mundo real, la flexibilidad para realizar cambios rápidos y la posibilidad de trabajar con datos de prueba que no comprometen la seguridad o la privacidad de los datos reales. Además, los entornos no productivos suelen estar configurados para replicar la infraestructura del entorno de producción, lo que permite una evaluación más precisa de cómo se comportará el software una vez que se implemente en producción. En el contexto de desarrollo ágil, estos entornos son esenciales para garantizar que el código se integre y despliegue de manera efectiva, permitiendo a los equipos de desarrollo mantener un flujo de trabajo ágil y eficiente.