Descripción: La escalabilidad operacional se refiere a la capacidad de un sistema para manejar cargas aumentadas sin comprometer el rendimiento. En el contexto de la computación en el borde, esta característica es fundamental, ya que permite que los dispositivos y sistemas distribuidos procesen datos de manera eficiente y efectiva, incluso cuando la demanda de recursos aumenta. La escalabilidad operacional implica no solo la capacidad de añadir más recursos, como servidores o dispositivos, sino también la habilidad de optimizar el uso de los recursos existentes. Esto es crucial en entornos donde la latencia y la velocidad de procesamiento son esenciales, como en aplicaciones de IoT (Internet de las Cosas) y análisis de datos en tiempo real. La escalabilidad se puede lograr a través de diversas estrategias, como la implementación de arquitecturas distribuidas, el uso de microservicios y la optimización de algoritmos. En resumen, la escalabilidad operacional es un pilar clave para garantizar que los sistemas puedan adaptarse a las fluctuaciones en la carga de trabajo, manteniendo un rendimiento óptimo y una experiencia de usuario satisfactoria.