Descripción: El ‘estado duro’ es un término utilizado en el ámbito del monitoreo para describir una condición que indica un problema persistente con un objeto o sistema que se está supervisando. Este estado se caracteriza por la incapacidad del sistema para recuperarse automáticamente de un error o fallo, lo que puede resultar en un impacto significativo en la operación y funcionalidad del sistema. En el contexto de la tecnología, un estado duro puede ser el resultado de fallos de hardware, errores de software o condiciones externas que afectan el rendimiento del sistema. La identificación de un estado duro es crucial, ya que permite a los administradores de sistemas y a los ingenieros de soporte tomar medidas correctivas adecuadas para restaurar la funcionalidad normal. Este concepto es especialmente relevante en sistemas críticos donde la disponibilidad y la fiabilidad son esenciales, como en redes de telecomunicaciones, sistemas de control industrial y plataformas de servicios en la nube. La detección temprana de un estado duro puede prevenir daños mayores y garantizar la continuidad del servicio, lo que subraya la importancia de un monitoreo efectivo y proactivo.