Descripción: La evaluación heurística es un método de inspección de usabilidad que permite a los evaluadores examinar la interfaz de un software y juzgar su cumplimiento con principios de usabilidad reconocidos. Este enfoque se basa en la aplicación de heurísticas, que son reglas generales o pautas que ayudan a identificar problemas de usabilidad en el diseño de interfaces. Las heurísticas más comunes fueron formuladas por Jakob Nielsen, quien propuso diez principios que abarcan aspectos como la visibilidad del estado del sistema, la correspondencia entre el sistema y el mundo real, y la prevención de errores. La evaluación heurística es un proceso relativamente rápido y económico, lo que la convierte en una herramienta valiosa en la gestión de proyectos de software, especialmente en las etapas de diseño y desarrollo. Al realizar una evaluación heurística, los evaluadores pueden identificar problemas de usabilidad antes de que el producto sea lanzado al mercado, lo que permite realizar ajustes y mejoras que optimizan la experiencia del usuario. Este método no solo ayuda a mejorar la usabilidad, sino que también puede contribuir a la satisfacción del cliente y a la reducción de costos asociados con el soporte técnico y la formación de usuarios. En resumen, la evaluación heurística es una técnica esencial en la gestión de proyectos de software que busca garantizar que las interfaces sean intuitivas y efectivas para los usuarios finales.
Historia: La evaluación heurística fue desarrollada en la década de 1990 por Jakob Nielsen y Rolf Molich. En 1990, Nielsen y Molich llevaron a cabo un estudio que demostró que un pequeño número de evaluadores podía identificar la mayoría de los problemas de usabilidad en un sistema. Desde entonces, este método ha evolucionado y se ha integrado en diversas prácticas de diseño centrado en el usuario.
Usos: La evaluación heurística se utiliza principalmente en el desarrollo de software para identificar problemas de usabilidad en las interfaces antes de su lanzamiento. Es común en la fase de diseño, donde se busca asegurar que la interfaz sea intuitiva y fácil de usar. También se aplica en auditorías de usabilidad y en la mejora continua de productos existentes.
Ejemplos: Un ejemplo de evaluación heurística se puede ver en el desarrollo de aplicaciones digitales, donde los diseñadores utilizan este método para evaluar la navegación y la interacción del usuario antes de lanzar el producto al público. Otro caso es en plataformas web, donde se realizan evaluaciones heurísticas para mejorar la experiencia del usuario y aumentar la tasa de conversión.