Descripción: Una experiencia inmersiva es aquella que involucra completamente al usuario, creando una sensación de presencia en un entorno virtual o aumentado. Esta experiencia se logra a través de tecnologías avanzadas que estimulan los sentidos, como la vista, el oído y, en algunos casos, el tacto. En el contexto del metaverso, la experiencia inmersiva permite a los usuarios interactuar con un mundo digital en 3D, donde pueden socializar, jugar o trabajar. La realidad aumentada (RA) superpone elementos digitales en el mundo real, enriqueciendo la percepción del entorno físico. Por otro lado, la realidad virtual (RV) sumerge al usuario en un entorno completamente digital, aislándolo del mundo real y ofreciendo una experiencia única y envolvente. Estas experiencias son cada vez más relevantes en diversas áreas, desde el entretenimiento hasta la educación y la formación profesional, ya que permiten una interacción más rica y significativa con el contenido.
Historia: El concepto de experiencia inmersiva ha evolucionado desde los años 60, cuando Ivan Sutherland desarrolló el primer sistema de realidad virtual, conocido como ‘The Sword of Damocles’. A lo largo de las décadas, la tecnología ha avanzado significativamente, con hitos como la creación de dispositivos de realidad virtual más accesibles en los años 90 y el auge de la realidad aumentada en la década de 2010. La popularización de plataformas como Oculus Rift y aplicaciones de RA ha llevado la experiencia inmersiva a un público más amplio.
Usos: Las experiencias inmersivas se utilizan en una variedad de campos, incluyendo el entretenimiento, la educación, la formación profesional, la terapia y el marketing. En el entretenimiento, se emplean en videojuegos y experiencias cinematográficas interactivas. En educación, permiten simulaciones prácticas y aprendizaje interactivo. En el ámbito profesional, se utilizan para entrenar a empleados en entornos seguros y controlados. Además, en terapia, se aplican para tratar fobias y trastornos de ansiedad.
Ejemplos: Ejemplos de experiencias inmersivas incluyen videojuegos como ‘Beat Saber’, que utiliza realidad virtual para ofrecer una experiencia de juego activa, y aplicaciones de realidad aumentada que permiten a los usuarios visualizar elementos digitales en su entorno antes de tomar decisiones de compra. En el ámbito educativo, plataformas ofrecen laboratorios virtuales para estudiantes, permitiendo experimentos en un entorno seguro y controlado.