Descripción: La expiración de contraseña es una política de seguridad que requiere que los usuarios cambien sus contraseñas después de un período determinado. Esta práctica se implementa para mitigar el riesgo de acceso no autorizado a cuentas y sistemas, ya que las contraseñas pueden ser comprometidas sin el conocimiento del usuario. La expiración de contraseñas se basa en la premisa de que, con el tiempo, las contraseñas pueden volverse vulnerables debido a ataques de fuerza bruta, phishing o filtraciones de datos. Al obligar a los usuarios a actualizar sus contraseñas regularmente, se busca reducir la ventana de oportunidad para que un atacante utilice credenciales robadas. Las políticas de expiración pueden variar en duración, desde 30 días hasta varios meses, dependiendo de la sensibilidad de la información protegida. Además, estas políticas suelen ir acompañadas de recomendaciones sobre la creación de contraseñas seguras, como el uso de combinaciones de letras, números y caracteres especiales. Aunque la expiración de contraseñas es una medida de seguridad común, también ha sido objeto de debate, ya que algunos expertos argumentan que puede llevar a la creación de contraseñas más débiles si los usuarios se ven obligados a cambiarlas con demasiada frecuencia.
Historia: La política de expiración de contraseñas comenzó a ganar popularidad en la década de 1980, cuando las organizaciones comenzaron a reconocer la importancia de la seguridad informática. A medida que las computadoras y las redes se volvieron más comunes, también lo hicieron las amenazas a la seguridad. En 1993, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de EE. UU. publicó el documento ‘NIST Special Publication 800-63’, que abordaba la autenticación y la gestión de contraseñas, sugiriendo la necesidad de políticas de expiración. Sin embargo, en años recientes, el NIST ha revisado sus recomendaciones, sugiriendo que la expiración de contraseñas no siempre es necesaria y que las contraseñas fuertes y únicas son más efectivas.
Usos: La expiración de contraseñas se utiliza principalmente en entornos corporativos y gubernamentales donde la seguridad de la información es crítica. Las organizaciones implementan estas políticas para proteger datos sensibles y cumplir con regulaciones de seguridad. También se aplica en sistemas de gestión de identidades y accesos, donde se requiere que los usuarios cambien sus contraseñas regularmente para mantener la integridad del sistema. Además, algunas plataformas en línea, como servicios bancarios y redes sociales, pueden requerir cambios periódicos de contraseña como parte de sus medidas de seguridad.
Ejemplos: Un ejemplo de uso de la expiración de contraseñas es en el ámbito bancario, donde los usuarios pueden ser obligados a cambiar su contraseña cada 90 días para acceder a sus cuentas. Otro caso es en empresas que manejan información confidencial, donde se implementan políticas que requieren que los empleados cambien sus contraseñas cada mes. Además, algunas plataformas gestionadas por empresas y servicios en línea permiten a los administradores establecer políticas de expiración de contraseñas para los usuarios de su organización.