Descripción: La explotación local es un tipo de ataque cibernético que requiere acceso físico o local al sistema objetivo para llevarse a cabo. A diferencia de las vulnerabilidades que pueden ser explotadas de forma remota, las explotaciones locales suelen implicar que el atacante ya tiene algún nivel de acceso al sistema, ya sea a través de credenciales válidas, acceso físico al dispositivo o mediante la ejecución de código en un entorno controlado. Este tipo de explotación se basa en la identificación y aprovechamiento de vulnerabilidades en el software o en la configuración del sistema que pueden ser manipuladas una vez que el atacante ha logrado entrar en el sistema. Las características principales de la explotación local incluyen la capacidad de escalar privilegios, acceder a datos sensibles y ejecutar comandos en el sistema afectado. La relevancia de este tipo de explotación radica en que, a menudo, los sistemas están configurados de manera que permiten a los usuarios con acceso local realizar acciones que podrían comprometer la seguridad del sistema en su totalidad. Por lo tanto, la explotación local es un aspecto crítico en las pruebas de penetración, donde los expertos en seguridad buscan identificar y mitigar estas vulnerabilidades antes de que puedan ser aprovechadas por atacantes malintencionados.
