Descripción: Un extensor Wi-Fi es un dispositivo diseñado para amplificar la señal de una red inalámbrica, permitiendo así extender su cobertura a áreas donde la señal original es débil o inexistente. Estos dispositivos funcionan capturando la señal Wi-Fi existente y retransmitiéndola, lo que ayuda a eliminar zonas muertas en el hogar o la oficina. Los extensores Wi-Fi son especialmente útiles en espacios grandes o en entornos con múltiples paredes y obstáculos que pueden interferir con la señal. La mayoría de los extensores son fáciles de instalar y configurar, a menudo utilizando un botón de emparejamiento que simplifica el proceso de conexión a la red existente. Además, muchos modelos modernos ofrecen características adicionales, como puertos Ethernet para conexiones por cable y compatibilidad con redes de doble banda, lo que permite una mayor velocidad y estabilidad. En resumen, un extensor Wi-Fi es una solución práctica y efectiva para mejorar la conectividad inalámbrica en diversas situaciones, asegurando que los usuarios puedan disfrutar de una conexión a Internet más robusta y confiable en toda su área de cobertura.
Historia: Los extensores Wi-Fi comenzaron a ganar popularidad a mediados de la década de 2000, cuando el uso de redes inalámbricas se volvió más común en hogares y oficinas. Con el aumento de dispositivos conectados a Internet, surgió la necesidad de mejorar la cobertura de las redes Wi-Fi. Los primeros modelos eran bastante básicos, pero con el tiempo, la tecnología ha evolucionado, incorporando características como la compatibilidad con múltiples bandas y la capacidad de gestionar redes más complejas.
Usos: Los extensores Wi-Fi se utilizan principalmente para mejorar la cobertura de redes inalámbricas en hogares y oficinas. Son ideales para eliminar zonas muertas, como sótanos, garajes o habitaciones alejadas del router principal. También se utilizan en entornos comerciales para asegurar que los clientes tengan acceso a Internet en todas las áreas del establecimiento.
Ejemplos: Un ejemplo práctico de un extensor Wi-Fi es el TP-Link RE450, que permite extender la señal de una red existente y ofrece velocidades de hasta 1750 Mbps. Otro ejemplo es el Netgear EX3700, que es conocido por su fácil configuración y su capacidad para cubrir áreas amplias.