Descripción: Un fallo de enlace es un evento en el que un enlace de red se vuelve no disponible o falla en la transmisión de datos. Este tipo de fallo puede ocurrir en diversas capas de la infraestructura de red, afectando tanto a la conectividad como al rendimiento general de la red. Los fallos de enlace pueden ser causados por una variedad de factores, incluyendo problemas físicos como cables dañados, fallos en el hardware de los dispositivos de red, o incluso problemas de configuración. La detección y gestión de estos fallos es crucial para mantener la disponibilidad y la fiabilidad de los servicios de red. En un entorno de red, un fallo de enlace puede resultar en la pérdida de paquetes, latencia aumentada y, en casos extremos, la interrupción total de la comunicación entre dispositivos. Para mitigar estos problemas, se implementan diversas técnicas de redundancia y protocolos de recuperación que permiten a la red adaptarse a los fallos y mantener la continuidad del servicio. La capacidad de una red para manejar fallos de enlace es un indicador clave de su robustez y eficiencia, y es un aspecto fundamental en el diseño de redes modernas, especialmente en entornos críticos donde la disponibilidad es esencial.