Descripción: El fallo de integridad se refiere a una situación en la que los datos no son precisos o consistentes. Este concepto es fundamental en el ámbito de la informática y la gestión de datos, ya que la integridad de los datos es crucial para la toma de decisiones informadas y la operación eficiente de sistemas. Un fallo de integridad puede surgir por diversas razones, como errores humanos, fallos en el hardware, problemas de software o ataques maliciosos. Las características principales de un fallo de integridad incluyen la pérdida de precisión en los datos, la inconsistencia entre diferentes fuentes de datos y la incapacidad de los sistemas para validar la autenticidad de la información. La relevancia del fallo de integridad radica en su impacto potencial en la confianza de los usuarios, la calidad de los análisis de datos y la seguridad de la información. En entornos críticos, como el sector financiero o la atención médica, un fallo de integridad puede tener consecuencias graves, incluyendo pérdidas económicas, daños a la reputación y riesgos para la seguridad de los datos. Por lo tanto, es esencial implementar medidas de control y validación para garantizar la integridad de los datos y mitigar los riesgos asociados con estos fallos.
