Descripción: Una falsa alarma ocurre cuando un Sistema de Detección de Intrusiones (IDS) o un Sistema de Prevención de Intrusiones (IPS) activa una alerta para una actividad que, en realidad, es benigna y no representa una amenaza real. Este fenómeno puede ser problemático, ya que puede llevar a la confusión y a la desconfianza en el sistema de seguridad. Las falsas alarmas pueden surgir por diversas razones, como configuraciones inadecuadas, actualizaciones de software que alteran el comportamiento del sistema, o la detección errónea de patrones de tráfico que son legítimos. La frecuencia de estas alertas puede afectar la eficiencia operativa, ya que los equipos de seguridad pueden verse obligados a investigar múltiples alertas que no requieren atención, lo que consume tiempo y recursos. Además, un alto número de falsas alarmas puede llevar a la fatiga del personal de seguridad, lo que podría resultar en la omisión de alertas verdaderas. Por lo tanto, la gestión adecuada de las falsas alarmas es crucial para mantener la efectividad de los sistemas de detección y prevención de intrusiones, asegurando que se enfoquen en las amenazas reales y minimizando las interrupciones innecesarias en las operaciones.
