Descripción: El filtrado de entrada es un método utilizado para prevenir que paquetes con direcciones de origen inválidas ingresen a una red. Este proceso se lleva a cabo en los dispositivos de red, como routers y firewalls, que analizan los paquetes de datos entrantes antes de permitir su acceso a la red interna. La principal función del filtrado de entrada es proteger la infraestructura de red de ataques maliciosos, como el spoofing de IP, donde un atacante intenta hacerse pasar por una dirección IP legítima. Al implementar políticas de filtrado de entrada, las organizaciones pueden establecer reglas específicas que determinan qué tipos de tráfico son aceptables y cuáles deben ser bloqueados. Esto no solo mejora la seguridad, sino que también optimiza el rendimiento de la red al reducir el tráfico no deseado. Además, el filtrado de entrada puede ser parte de una estrategia más amplia de Calidad de Servicio (QoS), que busca garantizar que los recursos de red se utilicen de manera eficiente y que las aplicaciones críticas tengan prioridad en el tráfico. En resumen, el filtrado de entrada es una herramienta esencial en la gestión de redes modernas, contribuyendo a la seguridad y eficiencia operativa.