Descripción: El filtrado de tráfico web es un proceso crucial en la ciberseguridad que implica el análisis y control del tráfico que entra y sale de un sitio web. Su objetivo principal es identificar y bloquear solicitudes maliciosas, protegiendo así a los servidores y aplicaciones web de ataques, especialmente de Denegación de Servicio Distribuida (DDoS). Este tipo de ataques busca saturar los recursos de un servidor mediante un volumen masivo de tráfico, lo que puede llevar a la interrupción del servicio. El filtrado de tráfico web utiliza diversas técnicas, como la inspección de paquetes, el análisis de patrones de tráfico y la implementación de listas negras y blancas, para discernir entre tráfico legítimo y potencialmente dañino. Además, puede incluir la utilización de inteligencia artificial y aprendizaje automático para adaptarse a nuevas amenazas en tiempo real. La relevancia de esta práctica ha crecido exponencialmente con el aumento de la digitalización y la dependencia de servicios en línea, convirtiéndose en una herramienta esencial para empresas y organizaciones que buscan mantener la disponibilidad y seguridad de sus plataformas digitales.