Descripción: El filtrado de URL es un método utilizado para bloquear o permitir el acceso a URLs específicas con el objetivo de prevenir tráfico malicioso. Este proceso se lleva a cabo mediante la inspección de las direcciones web que los usuarios intentan visitar, permitiendo a las organizaciones y administradores de red gestionar el acceso a contenido potencialmente dañino o no deseado. El filtrado de URL se basa en listas negras y listas blancas, donde las URLs se clasifican según su reputación y contenido. Las características principales de este método incluyen la capacidad de identificar y bloquear sitios web que albergan malware, phishing o contenido inapropiado, así como la posibilidad de personalizar las políticas de acceso según las necesidades de la organización. En un entorno donde las amenazas cibernéticas son cada vez más sofisticadas, el filtrado de URL se ha convertido en una herramienta esencial para la ciberseguridad, ayudando a proteger tanto a los usuarios como a la infraestructura de red de ataques y vulnerabilidades. Además, este método puede ser parte de una estrategia más amplia de protección contra ataques cibernéticos, ya que al limitar el acceso a ciertas URLs, se puede reducir la superficie de ataque y mitigar el riesgo de sobrecargas en los servidores.