Descripción: La energía de fisión se refiere a la energía liberada cuando un núcleo atómico se divide en dos o más núcleos más pequeños. Este proceso, que ocurre en elementos pesados como el uranio o el plutonio, libera una cantidad significativa de energía, que se puede aprovechar para generar electricidad. La fisión nuclear es un fenómeno que se basa en la interacción de neutrones con núcleos atómicos, donde la absorción de un neutrón provoca la inestabilidad del núcleo, resultando en su división. Este proceso no solo genera energía, sino que también libera más neutrones, lo que puede inducir más fisiones en una reacción en cadena. La fisión nuclear es considerada una fuente de energía de alta densidad, ya que una pequeña cantidad de combustible puede producir grandes cantidades de energía, lo que la convierte en una opción atractiva para la generación de electricidad en comparación con los combustibles fósiles. Sin embargo, la fisión también plantea desafíos en términos de gestión de residuos radiactivos y seguridad, lo que ha llevado a un debate continuo sobre su papel en un futuro energético sostenible.
Historia: La fisión nuclear fue descubierta en 1938 por los científicos alemanes Otto Hahn y Fritz Strassmann, quienes observaron la división del núcleo de uranio. Este descubrimiento fue teóricamente explicado por Lise Meitner y Otto Frisch, quienes propusieron el modelo de fisión. Durante la Segunda Guerra Mundial, la fisión se convirtió en un tema crucial en el desarrollo de armas nucleares, culminando en la creación de la bomba atómica. Posteriormente, en la década de 1950, se comenzaron a desarrollar reactores nucleares para la generación de electricidad, marcando el inicio de la era de la energía nuclear.
Usos: La energía de fisión se utiliza principalmente en la generación de electricidad a través de reactores nucleares. Estos reactores convierten la energía térmica generada por la fisión en energía eléctrica. Además, la fisión nuclear también tiene aplicaciones en la medicina, como en la producción de isótopos radiactivos para diagnóstico y tratamiento de enfermedades. También se investiga su uso en propulsión espacial y en la producción de hidrógeno.
Ejemplos: Un ejemplo de uso de energía de fisión es la planta nuclear de Palo Verde en Arizona, que es la planta de energía nuclear más grande de los Estados Unidos y genera miles de megavatios de electricidad. Otro ejemplo es el uso de isótopos radiactivos en tratamientos de cáncer, donde se utilizan fuentes de fisión para generar radiación que destruye células cancerosas.