Descripción: El flujo de trabajo adaptativo es un concepto que se refiere a un sistema de procesos que puede modificar su estructura o comportamiento en respuesta a condiciones cambiantes o entradas variables. Este tipo de flujo de trabajo es especialmente relevante en entornos dinámicos donde las necesidades y requisitos pueden evolucionar rápidamente. A diferencia de los flujos de trabajo tradicionales, que siguen un camino predefinido y rígido, los flujos de trabajo adaptativos permiten una mayor flexibilidad y agilidad, lo que facilita la optimización de procesos y la toma de decisiones en tiempo real. Las características principales de un flujo de trabajo adaptativo incluyen la capacidad de reconfiguración, la integración de datos en tiempo real y la automatización de tareas, lo que permite a las organizaciones responder de manera más efectiva a los cambios en el entorno operativo. Este enfoque es fundamental en la era digital, donde la velocidad y la adaptabilidad son esenciales para el éxito empresarial. En resumen, el flujo de trabajo adaptativo representa una evolución en la gestión de procesos, permitiendo a las organizaciones ser más resilientes y competitivas en un mundo en constante cambio.