Descripción: La fluoroscopia es una técnica de imagen médica que utiliza rayos X para obtener imágenes en tiempo real del interior del cuerpo. A diferencia de las radiografías convencionales, que proporcionan imágenes estáticas, la fluoroscopia permite observar el movimiento de los órganos y estructuras internas, lo que resulta fundamental para el diagnóstico y tratamiento de diversas condiciones. Esta técnica se basa en la emisión de rayos X que atraviesan el cuerpo y son captados por un detector, generando imágenes en una pantalla. La fluoroscopia es especialmente útil en procedimientos que requieren visualización continua, como en estudios gastrointestinales, donde se puede observar el paso de un medio de contraste a través del tracto digestivo. Además, permite guiar intervenciones mínimamente invasivas, como la colocación de catéteres o la realización de biopsias. Su capacidad para proporcionar imágenes dinámicas en tiempo real la convierte en una herramienta valiosa en la práctica clínica, mejorando la precisión de los diagnósticos y tratamientos.
Historia: La fluoroscopia fue desarrollada a finales del siglo XIX, poco después del descubrimiento de los rayos X por Wilhelm Conrad Röntgen en 1895. En 1896, el médico francés Pierre Curie utilizó la fluoroscopia para observar el movimiento de los huesos en tiempo real. A lo largo de los años, la técnica fue perfeccionándose y se incorporaron mejoras tecnológicas, como el uso de pantallas fluorescentes y detectores digitales, lo que aumentó su eficacia y seguridad. Sin embargo, el uso de la fluoroscopia también ha estado asociado con riesgos de exposición a radiación, lo que llevó a la implementación de medidas de seguridad y protocolos para minimizar la dosis de radiación recibida por los pacientes.
Usos: La fluoroscopia se utiliza en diversas aplicaciones médicas, incluyendo estudios del sistema gastrointestinal, como la deglución y el tránsito intestinal. También se emplea en procedimientos intervencionistas, como la colocación de stents, la aspiración de líquidos y la biopsia guiada por imagen. Además, es útil en la evaluación de problemas ortopédicos, como el movimiento de articulaciones y la alineación ósea.
Ejemplos: Un ejemplo de uso de la fluoroscopia es el estudio de deglución, donde se observa cómo los alimentos pasan por el esófago. Otro caso es la colocación de un catéter en el corazón, donde la fluoroscopia guía al médico para asegurar que el catéter se sitúe correctamente. También se utiliza en la evaluación de problemas de movilidad en las articulaciones, como en el caso de lesiones deportivas.