Descripción: La fracturación hidráulica, comúnmente conocida como fracking, es un método utilizado para extraer gas natural y petróleo de formaciones rocosas subterráneas mediante la inyección de fluido a alta presión. Este proceso implica la creación de fracturas en la roca, lo que permite que los hidrocarburos fluyan hacia el pozo de extracción. El fluido utilizado en la fracturación generalmente consiste en agua, arena y aditivos químicos que ayudan a mantener abiertas las fracturas y mejorar la eficiencia de la extracción. La fracturación hidráulica ha revolucionado la industria energética, permitiendo el acceso a reservas de petróleo y gas que antes eran inaccesibles. Sin embargo, su uso ha generado controversia debido a preocupaciones ambientales, como la contaminación del agua y la sismicidad inducida. A pesar de estos desafíos, la fracturación hidráulica sigue siendo una técnica clave en la producción de energía, especialmente en países como Estados Unidos, donde ha contribuido significativamente a la independencia energética y a la reducción de precios de combustibles fósiles.
Historia: La fracturación hidráulica tiene sus raíces en la década de 1940, cuando se realizaron los primeros experimentos en la extracción de petróleo mediante la inyección de agua a alta presión. Sin embargo, el desarrollo moderno del fracking comenzó en la década de 1990, cuando se introdujeron técnicas de perforación horizontal que permitieron acceder a formaciones de gas de esquisto. En 1997, la compañía Mitchell Energy realizó con éxito la fracturación hidráulica en el Barnett Shale, lo que marcó un hito en la industria y abrió la puerta a la explotación de otros yacimientos de esquisto en Estados Unidos.
Usos: La fracturación hidráulica se utiliza principalmente para la extracción de gas natural y petróleo de formaciones de esquisto y otras rocas impermeables. Además, se ha empleado en la recuperación mejorada de petróleo (EOR) y en la inyección de CO2 para la captura y almacenamiento de carbono. También se investiga su uso en la geotermia para aprovechar el calor de la tierra.
Ejemplos: Un ejemplo notable de fracturación hidráulica es el desarrollo del yacimiento de gas de esquisto de Marcellus en Estados Unidos, que ha transformado la producción de gas en el país. Otro caso es el yacimiento de Bakken en Dakota del Norte, donde el fracking ha permitido un aumento significativo en la producción de petróleo.
